Hola. Soy Daniel Mangold médico veterinario y docente rural.
El tema que quiero compartir con ustedes es una breve reflexión respecto de la posible siembra en nuestros campos del trigo transgénico HB4.
En Rosario, provincia de Santa Fe, existe una empresa llamada INDEAR que surgió como una alianza entre el CONICET (que aportó el conocimiento científico pagado con fondos públicos) y las empresas de biotecnología BIOCERES y BIOSIDUS beneficiarias directas de este trigo transgénico.
INDEAR diseñó un trigo que contiene modificaciones genéticas en su ADN. Mediante la incorporación de genes de bacterias del suelo lograron que la planta no muera cuando se fumigan los cultivos con glufosinato de amonio que es un herbicida que pretende reemplazar al actual glifosato. Este trigo supuestamente también resiste la sequia por haber incluido en su genoma el gen HB4 que proviene del girasol.
La Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA) junto al SENASA, aprobaron el año pasado el uso de este trigo en nuestro país. De la CONABIA forman parte instituciones del Estado y empresas privadas vinculadas a la producción de cultivos industriales y del agronegocio.
El grave problema que enfrentamos es que el trigo HB4 causa daños irreparables a la diversidad biológica, vulnerando derechos humanos fundamentales a la alimentación adecuada, al ejercicio pleno de la agricultura ecológica – como la agroecología-, al ambiente sano, a la salud y a la integridad psico-física.
El agrotóxico glufosinato de amonio es un fuerte alterador hormonal (disruptor endócrino), neurotóxico, genotóxico ( causan daño a nuestro ADN) afecta y puede provocar daño al sistema nervioso. Este herbicida no se puede aplicar en Alemania pero si producirse en ese país para su uso en otros países como el nuestro.
El polen de trigo transgénico, por acción del viento, puede trasladarse hasta 1000 metros y contaminar otros cultivos de trigos. Esto genera un riesgo muy grande para la diversidad genética, de variedades nativas y criollas de trigo. Por lo tanto las harinas obtenidas de estos granos dejarían de ser libres de OGM.
Siendo el trigo un alimento esencial, esta nueva tolerancia a agroquímicos, suma un veneno más a la ya muy contaminada producción de alimentos: al consumir pan, harinas y pastas que contengan residuos de este agroquímico.
Te propongo entonces que comiences a tiempo a buscar en tu localidad harinas de trigo y sus alimentos derivados producidos en forma Agroecológica.
Necesitamos defender estos sistemas de producción saludables. Para ello debemos organizarnos para demandar al Estado la prohibición del uso de esta semilla en nuestros territorios.
También necesitamos formar parte de Sistemas Participativos de Garantía que son una herramienta apropiada para las organizaciones de productores familiares, dado que promueven los procesos agroecológicos, a la vez que garantizan la calidad ecológica de sus productos, basándose en la participación, la confianza y las redes sociales.
Y por ultimo, debemos agruparnos solidariamente entre productores y consumidores para defender la producción de los alimentos saludables que ponemos en las mesas de nuestros hogares. Pensemos en nuestrxs niñxs. Pensemos en nuestra Tierra. Defendamos la vida y nuestra dignidad.
Sitios de consulta:
https://reduas.com.ar/trigo-transgenico-glufosinato-de-amonio-y-sus-riesgos-para-la-salud-humana/